Sin motivo aparente, esta gaviota atacó a mi hija pequeña. El susto que se llevó fue de aúpa y yo también después de disparar, ¡claro! :-)). De esto hace unos quince años, ocurrió en Portugal donde aun podías encontrar playas salvajes sin gente. Ahora todo ha cambiado.
2 comentarios:
Preciosa fotografía, y en qué momento!!! Os llevasteis un buen susto pero ganaste una gran instantánea.
Muakk
Hola Pepe, recuerdo que subiste esta imagen hace tiempo en Fotonatura y ya entonces me resultó muy curiosa. La pierna de tu hija en plena huida y la pose amenazadora de la gaviota conforman una excelente instantánea. Un saludo!
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